Antes de empezar: seguridad, materiales y qué pinturas sirven para platos
Si lo que quieres es platos bonitos de uso diario, conviene establecer un sistema fiable. En concreto, lo que mejores resultados me da es: bizcocho limpio + color (underglaze/Stroke & Coat®) + esmalte transparente + cocción a ~1.100 °C + resfriado dentro del horno. Además, cuando trabajo en taller aplico 2–3 capas finas y dejo secar entre manos; gracias a esto, la superficie queda vitrificada y lisa.
Materiales base
- Piezas de bizcocho (plato plano, soper o de postre) sin polvo.
- Colores cerámicos: underglaze o Mayco Stroke & Coat® (cubren bien en 2-3 capas).
- Lápices o rotuladores cerámicos para firmas y líneas muy finas (quedarán bajo el esmalte).
- Esmalte transparente apto para uso alimenticio (brillante o satinado).
- Pinceles suaves (plano medio para campos, redondo fino para detalle), esponjas, cinta de pintor y plantillas.
Seguridad y zonas de contacto
- Centro del plato = contacto directo con la comida y el roce de los cubiertos. Aquí conviene priorizar superficie esmaltada lisa por durabilidad y limpieza.
- Cerca = contacto ocasional con boca y manos. Puedes decorarla sin miedo si el sistema se cuece correctamente; sin embargo, evito “sobrecargar” el borde con microrrelieves.
Stroke & Coat, underglaze y rotuladores: diferencias reales en platos
- Stroke & Coat® (color de alta): cobertura uniforme y amable; en consecuencia, funciona para bloques de color, degradados en húmedo y detalles superpuestos. Con 2–3 capas finas queda sólido y, una vez esmaltado, se integra correctamente.
- Underglaze/engobes coloreados: aspecto mate antes de esmaltar y alta controlabilidad para capas planas, sgraffito y dibujo fino; después del esmalte, los colores resultan vivos y estables.
- Lápices/rotuladores cerámicos: indicados para línea fina, textos y firma; por tanto, se aplican antes del esmalte para que queden sellados y la superficie sea totalmente lisa.
Apto para uso alimentario: cuando es necesario esmalte transparente
De forma general, cuando el plato se utilizará con comida, es necesario esmalte transparente que encapsule el color y genere una superficie continua y vitrificada. Esto:
- Mejora la higiene y la limpieza.
- Reduce el marcado de cubiertos.
- Por último, incrementa la resistencia al lavavajillas.
Sólo se prescinde del esmalte en piezas puramente decorativas o en sistemas que ya integran acabado apto según ficha técnica.



Paso a paso para pintar platos: del diseño al horno
- Plano y esbozo
Se define el foco (borde, marco interior o centro). Para vajillas coordinadas, funciona elegir 2–3 tonos y repetir un motivo. - Preparación del bizcocho
Se pasa esponja justo humedecida para retirar polvo; por otra parte, se evitan alcoholes y desengrasantes para que cierran poros. - Delimitación con cinta y plantillas
A continuación, se utiliza cinta de pintor para líneas nítidas. Se pinta y se retira al tacto para obtener cantos perfectos. - Capas de color (2-3 manos)
Primero, se da un pase ligero para asentar el tono; a continuación, 2ª y 3ª mano para conseguir opacidad. Si se buscan degradados, se mezclan en húmedo dos tonos vecinos por secciones. - Detalles y firmas
El trazo fino se resuelve con pincel 0–2 o lápiz cerámico. Asimismo, en la zona de comida estos detalles quedan bajo el esmalte. - Correcciones antes de esmaltar
Mancha fresca → esponja. En cambio, mancha seca → Lija 400-600, retirada de polvo y repintado fino. - Esmaltado transparente
Se aplica cobertura homogénea evitando charcos; mientras tanto, se vigilan goteos en el hilo. Si es necesario, se deja pie limpio o se utilizan soportes/estiltos. - Cocción
Se comienza con horno frío y subida gradual; después, se madura en ~1.100 °C (según el esmalte). Por último, se enfría dentro del horno para evitar tensiones y microfisuras.
Preparación del bizcocho, capas perfectas (2–3) y tiempo entre manos
- Secado entre manos al tacto (mate, sin brillo); de lo contrario, si se corre, se puede sellar humedad y provocar escamado en la cocción.
- Carga del pincel: se prefieren tres capas finas a una gruesa.
- Control del borde: se pinta del centro hacia fuera para evitar acumulaciones en el hilo.
- Uniformidad: alternar el sentido de la pincelada (horizontal/vertical) ayuda a camuflar marcas.
Bordes, centro y reverso: estrategia de diseño para platos de uso real
- Centro (freque de cubiertos): se recomiendan motivos amplios, pocas aristas y colores medios (los muy claros muestran más marcas).
- Cerca: idónea para patrones repetidos (puntillismo, botánico, geométrico); sin embargo, conviene dejar un margen interior limpio de 2-3 mm por orden visual.
- Reverso: se coloca la firma y un detalle simple (línea o punto); por tanto, se evitan texturas que froten al apilar.
Cocción a 1.100 °C: curva, maduración y resfriado sin tensiones
- Subida escalonada para evitar choque térmico; después, se respeta la ventana de maduración indicada por el esmalte (con/temperatura).
- Resfriado dentro del horno hasta temperatura segura; así, se minimizan craquelado y alabeo.
Técnicas que funcionan (sin complicarse)
Esponjados, degradados, puntillismo y sgraffito
- Esponjado: fondos suaves con poca carga; por tanto, acelera los tiempos y evita saturación.
- Degradados: mezcla de dos tonos contiguos en húmedo, trabajando para sectores para evitar cortes bruscos.
- Puntillismo: ritmo y textura con el’extremo del pincel o boquilla; especialmente efectivo en los bordes.
- Sgraffito: tres capas, secado y rascado del diseño para revelar el tono inferior; las líneas quedan limpias bajo esmalte.
Máscaras con cinta y plantillas, sellos y salpicados controlados
- Cintas/plantillas: permiten franjas, cuadrículas y siluetas nítidas; se retiran al tacto para obtener cantos finos.
- Sellos: patrones repetidos “color sobre color” (especialmente oscuro sobre claro).
- Esquipados: se ejecutan dentro de una caja para evitar contaminaciones; se golpea un cepillo de dientes con control.
Durabilidad y cuidado: lavavajillas, microondas y resistencia a cubiertos
- Lavavajillas: con esmalte bien maduro en ~1.100 °C, los platos resisten ciclos domésticos habituales; sin embargo, se recomienda evitar abrasivos y priorizar programa estándar.
- Microondas: apto si la arcilla y el esmalte lo permiten; se evitan lustros o metales al diseño.
- Marcas de cubiertos: puede aparecer leve marcado con el tiempo, más visible en tonos muy claros; se reduce con esmalte bien maduro y colores medios en el centro.
- Apilado: el reverso debe quedar suave; un pequeño anillo sin esmalte o una línea pulida evita adherencias entre piezas.
Esmaltado final y superficie lisa: por qué importa en platos
- Higiene: ausencia de microporos y relieves donde se acumule suciedad.
- Acabado: brillante o satinado, con preferencia por el satinado para disimular micro-marcas.
- Espesor: se evitan charcos (podrían lejar) y zonas hambrientas (tacto áspero).
Cómo evitar arañazos y desconchados con el uso diario
- Se utilizan esmaltos compatibles con el barro y la temperatura de cocida.
- No se ’ahoga“ el borde con exceso de carga; se busca equilibrio y curva controlada.
- Se corrigen cortes o bordes vivos con lija fina antes de esmaltar.
Errores comunes y soluciones rápidas
- Capa gruesa que se arruga o escama → se pasa a capas finas con secado al tacto entre manos.
- Líneas que se abren o sangran → se descarga mejor el pincel y se trabaja sobre base seca.
- Manchas secas → Lija 400-600, retirada de polvo y repintado fino.
- Choque térmico (craquelado, tensiones) → se inicia con horno frío y resfriado dentro.
- Goteos de esmalte → se controla la carga, se limpia el hilo antes de cocer y se utilizan soportes cuando se esmalta el envés.
Ideas de diseño para una vajilla coordinada
- Paleta corta (2–3 tonos) con contraste medio para coherencia visual.
- Motivo modular: botánico minimalista, lunar pequeño repetido o franja doble cerca.
- Serie completa: se repite el lenguaje en plato plano, soper y postre con variaciones de escalera.
- Detalle de regalo: inicial discreta en el reverso, fecha debajo del esmalte y borde puntillado.